Los jueves, milagro
1957
Director Luis García Berlanga
Guión Luis García Berlanga, José Luis Colina
Reparto José Isbert, Richard Basehart, Paolo Stoppa, Alberto Romea, Juan Calvo, José Luis López Vázquez, Félix Fernández, Manuel Alexandre, Mariano Ozores, Félix Briones
85 minutos
Fontecilla, un pueblo que vivió tiempos de esplendor coincidiendo con el auge de su balneario, sobrevive a duras penas gracias al campo y a un limitadísimo turismo que apenas deja beneficios. Su empobrecimiento es tal que ya ni el tren para en la estación. Don Ramón, el dueño del balneario, harto de su escasa y poco aristocrática clientela, en connivencia con el alcalde, el maestro, el barbero, el dueño del hotel y don José, un acaudalado propietario del lugar, urde un plan: organizar una "aparición mariana", como la de Lourdes, que atraiga al turismo y a los devotos.
Otra genialidad de Luís García Berlanga en la que vuelve a vérselas con la censura en esta película en la que dinero y milagros van de la mano. Por supuesto que Berlanga tuvo que ceder ante la censura, ‘cediendo’ la dirección de algunas escenas a Jordi Grau.
Aún así, su crítica no pasa indiferente ante el espectador.
La idea inicial es el enriquecimiento del pueblo y con ello, los bolsillos de aquellos que en él conviven. Así, pues, queriendo emular a otros pueblos con apariciones marianas, concretamente, Fátima, el dueño del balneario, el médico, el maestro, el alcalde, etc… crean el milagro.
Los jueves, milagro, es una comedia crítica para una historia insólita que cuenta con grandes actores del cine español donde, como suele pasar, Pepe Isbert destaca sobre el resto. Y es que este entrañable actor es capaz de crear unos personajes llenos de matices pero con propia personalidad, acentuada con ese físico y esa voz tan particulares. Y es que ver a Isbert caracterizado de un desmemoriado San Dimas –antiguo ladrón- que se aparece bajo unas luces celestiales de un oscuro jueves al más ingenuo del pueblo, Manuel Alexandre, es una de las partes más divertidas de la película.
Hasta aquí, la que podíamos decir es la primera parte de la película. Es entonces cuando los creadores del milagro comienzan a sorprenderse realmente…
La forma en que Berlanga nos introduce en el pueblo es asombrosa. La secuencia de las goteras y su ritmo musical al caer en los diferentes cuencos, teteras, jarrones… es genial, porque ya se sabe que no llueve nunca a gusto de todos. Otra cosa que me ha gustado especialmente es la forma de pasar de una secuencia a otra: a veces no hay corte sino que la transición se hace continua.
Dos cosas me llamaron la atención: el sacerdote está interpretado por José Luís López Vázquez, sin embargo no tiene su voz característica. No sé si se debe a que todavía no era habitual en el actor o que no le pega al personaje. La otra cosa es un pequeño papel interpretado por un niño, al que ahora conocemos como el gran actor cómico Luis Varela.
Para los que nos gusta el cine clásico, podemos ver cierta similitud entre esta película y la maravillosa ¡Qué bello es vivir! (1946) de Fran Capra e incluso de otras películas de Capra.
Los jueves, milagro, pero hay milagros y milagros…
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