Autora: Raquel Martos
Editorial: Espasa Libros, S.L.U.
Año de edición: 2012
Número de páginas: 288 páginas.
Esta historia, que no es de princesas, comienza en
aquella España setentera con dos cadenas de televisión, casi siempre en blanco
y negro. Esa época en la que para vivir una aventura sólo había que bajar a la
calle con el bocadillo. En aquel tiempo tan lejano y no siempre tan feliz,
Lucía, con el pelo a trasquilones, y Eva, a la que le encanta comerse crudas
las judías verdes, tienen siete años y están forjando una amistad
inquebrantable. Más de treinta años después, Lucía es una implacable directora
de recursos humanos que no sabe enamorarse. Eva, al borde de los cuarenta, es
una actriz retirada que está hechizada por su hija Lola y atrapada en un
matrimonio roto. Lucía no puede imaginar que Eva le va a pedir el favor más
importante de su vida.
Novela de muchas emociones. ¡Muchas!
Me he reído y me ha emocionado en cada línea. Quizás
sea porque entre sus líneas también he encontrado fragmentos de mi propio
pasado. La infancia nos marca mucho, tanto las cosas buenas como las menos
buenas, y siempre se recuerda con una sonrisa o con alguna lágrima.
¿Las mujeres no pueden ser amigas? ¿Por qué se dice
eso? ¡Yo no me lo creo!
Las protagonistas de esta novela, Eva y Lucía,
aunque sea ficción, reflejan perfectamente esa amistad que llega a durar toda
la vida. Una amistad que por supuesto tiene altibajos, pero que a pesar de ello,
a pesar del tiempo y a pesar de la distancia, perdura.
Novela que disfrutarán totalmente aquellas –sí, en
femenino principalmente- que han
bailado con el hula hop, que han sido castigadas en clase por reírse sin parar,
que han ido a jugar a casa de su mejor amiga, que se han divertido en las
fiestas del pueblo, que se han bañado en la piscina, que han llorado, que han
discutido y se han enfadado… en definitiva, para aquellas que han querido a una
amiga incondicionalmente… y todavía la quieren.
Escrita por Raquel Martos, una de las colaboradoras
del El hormiguero, Los besos no se gastan se deja leer fácilmente y engancha
desde el principio.
¿Quién no tiene a una Eva o a una Lucía en su vida?
Pues esta novela es para ellas. Para nosotras.