Hace pocas semanas los blogs El Escalpelo Literario y Zona Excéntrica lanzaron una propuesta a la que llamaron Biblio-Cine-Club: Clásicos de Halloween, mediante la cual nos invitaban a participar en una actividad conjunta
en la que se proponían varias lecturas y películas con un tema en común: el
terror.
Y ahora es el momento en el que me toca publicar y comentar
el libro y la película por las que me he decidido.
Carmilla (1872)
de
Joseph Sheridan Le Fanu
Desde pequeña siempre me ha gustado el género más clásico
del terror, especialmente el mundo de los vampiros clásicos. Aquellos vestidos
elegantemente, con capa, aquellos de educadas maneras que nunca beben… vino. En
su momento leí y disfruté mucho con Drácula (1897) de Bram Stoker pero no
había leído la novela en la que Stoker se había inspirado…. hasta ahora.
En Carmilla, la protagonista es una adolescente llamada
Laura, que vive con su padre en un aislado castillo. Un día, un carruaje tiene
un percance y una de sus ocupantes, una hermosa joven de aspecto frágil, es
invitada a quedarse con el castillo para recuperarse. Laura, se siente contenta
con esta nueva amiga, Carmilla, pero pronto comenzará a experimentar raras
sensaciones.
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Foto: 'Carmilla' de Andy Julia
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Sheridan Le Fanu ha logrado atraparme en esta aventura de terror
gótico, narrado en primera persona, en la que tanto el misterio como el temor
se viven a partes iguales. En sus líneas se nos muestran unos hechos
inexplicables y sobrenaturales que sólo se pueden comprender si pensamos en el
vampiro, en este caso, en femenino: vampira.
El personaje Carmilla, está inspirado en un personaje real, la
condesa Elizabeth Báthory, aristócrata húngara del Siglo XVII, que utilizaba la
sangre de sus jóvenes sirvientas para intentar mantenerse joven. Se le
atribuyen más de 600 muertes. Físicamente Carmilla también se parece a la
condesa: es muy alta, joven, elegante, de pelo largo y negro, ojos felinos,
boca roja y sensual y manos largas y blancas.
Vemos en Carmilla una atracción irresistible por su joven
amiga –y víctima- a la que contempla y trata cariñosamente, muy cariñosamente. Se trata de un
comportamiento tanto erótico como lésbico muy poco habitual en la literatura
del Siglo XIX.
A mi, Carmilla me ha atrapado de tal manera que hace que me
sienta culpable por querer que la mala de la historia, la vampira, continúe entre nosotros…
aunque haga que duerma con el cuello bien tapado.
Al final de la escalera (1980)
The
Changeling
Director Peter
Medak
Guión
William Gray & Diana Maddox
Música Rick Wilkins
Fotografía John Coquillon
Duración
109 minutos
Reparto
George C. Scott, Trish Van Devere, Melvyn Douglas, John Colicos, Jean Marsh,
Barry Morse, Madeleine Thornton-Sherwood, Helen Burns, Ruth Springford
Un compositor destrozado por una desgracia se muda a un
antiguo caserón en donde ocurren cosas muy extrañas, visiones de muerte,
acercamiento con el más allá...
Tiene todos los ingredientes necesarios para producir terror,
miedo y mucha inquietud: un viejo y enorme caserón, una escalera que sube hacia
un desván cerrado, oscuro y lleno de polvo y una extraña historia que vamos
conociendo poco a poco.
A pesar de que muchas veces el paso del tiempo es nefasto
para este tipo de películas Al final de la escalera, todavía es capaz, especialmente, de inquietarnos con un argumento, quizás a día de hoy muy visto, en el que
todo queda bastante bien encajado.
Poco más puedo decir, ya que el factor sorpresa es
imprescindible para que estas películas funcionen.
Dirigida por Peter Medak, un director que ha realizado
numerosas películas del género de terror para televisión, el principal
atractivo de Al final de la escalera es su actor protagonista George C. Scott (Patton, 1970). El personaje femenino
está interpretado por la entonces esposa del actor, Trisha Van Devere.
Entre los secundarios quiero destacar al actor Melviyn
Douglas en uno de sus últimos papeles. Ganador de dos Oscar al mejor actor secundario
por Hud (1963) y Bienvenido Mr. Chance (1979) aunque yo siempre lo recordaré
por se aquel caballero que hizo que la Grabo riera en Ninotchka (1939).
¡Feliz Halloween!