Reparto Asa Butterfield, David Thewlis, Vera Farmiga, Rupert Friend…
Duración 94 min
Berlín, 1942. Bruno tiene ocho años y desconoce el significado de la Solución Final y del Holocausto. No es consciente de las pavorosas crueldades que su país, en plena guerra mundial, está infligiendo a los pueblos de Europa. Todo lo que sabe es que su padre ha ascendido en su trabajo, y que ha pasado de vivir en una confortable casa de Berlín a una zona aislada. Todo cambia cuando conoce a Shmuel, un niño judío que vive una extraña existencia paralela al otro lado de la alambrada.
Basada en la novela de John Boyne.
Todos fuimos así hace años, pero el tiempo del que dicen que lo cura todo, también nos transforma y hace que perdamos la inocencia innata en toda persona. Es por eso que me encantan las historias contadas desde el punto de vista de un niño. Los niños ven cosas que los adultos no ven.
La película nos muestra la inocencia habitual de un niño con una vida normal frente a la inocencia perdida ya en parte de un niño judío al que le arrancaron la suya sencillamente por ser judío, lo que significa que no es persona y que es un ser despreciable.
A pesar de sus diferencias, ambos son niños y como tales intentan vivir su amistad.
Me pareció totalmente conmovedora y emotiva, porque aunque ya nos es de sobra conocida la triste historia del Holocausto, es imposible verla con indiferencia.
- ¿Por qué llevas pijama todo el día?
- Los soldados nos quitaron la ropa.
- Mi padre es soldado, pero no de los que quitan la ropa a los demás.
