domingo, 5 de junio de 2011

« Roma, ciudad abierta »

Roma, città aperta
1945
Director Roberto Rossellini
Guión Federico Fellini, Sergio Amidei, Roberto Rossellini
Reparto Anna Magnani, Aldo Fabrizi, Marcello Pagliero, Maria Michi, Harry Feist, Vito Annichiarico
100 minutos

La ciudad de Roma está ocupada por los nazis, y la temible Gestapo trata de arrestar a Manfredi, líder del Comité Nacional de Liberación. Annie Marie ofrece refugio en su casa a Manfredi y a algunos de sus camaradas, pero los alemanes descubren su escondrijo y rodean la casa...


Tengo debilidad por los argumentos que se desarrollan durante los años de la Segunda Guerra Mundial y toda la triste historia que gira en torno a ella. Historias que suelen ser crudas y tristes pero reales y esperanzadoras que forman parte de un pasado muy reciente.

El director italiano Roberto Rossellini logra con esta película la cumbre del neorrealismo italiano con un guión escrito por él mismo y por otros – entre ellos Federico Fellini- basado en la historia verídica de un sacerdote italiano y su lucha contra la invasión nazi. El rodaje comenzó durante los últimos meses de contienda y su posterior estreno, una vez acabada la guerra, fue censurado en algunos países como, sin que sea de extrañar en Alemania.

El argumento no tiene un protagonista único sino un conjunto de seres normales que intentan sobrevivir y luchar contra el nazismo dentro de sus limitadas posibilidades. Muchos de los actores no son profesionales pero ni siquiera nos damos cuenta de ello ante la maestría de Rossellini al mostrar un realismo atroz.


La actriz Anna Magnani, tiene un papel completamente desgarrador que nos queda marcado en la memoria pero, el personaje del padre Pietro, interpretado por Aldo Fabrizi, es el que más nos llega al corazón. Su relación con el niño Marcello se ha parecido muy tierna.

No descubro nada al comentar que los nazis son ‘los malos’ de la película y que como tales se comportan, sin embargo hay una cosa que me llamó la atención. No sé si estaré equivocada o realmente Rossellini lo insinúa como forma de burla hacia los nazis. Los gestos y los movimientos del jefe de las SS alemanas, el Mayor Bergman, parecen afeminados, sin embargo, la actitud de una de sus ayudantes, Ingrid, es poco femenina y sus gestos hacia la mujer drogadicta que le hace de informadora son excesivamente complacientes y contemplativos. Esto no sé si me lo habrá parecido a mí solamente.


Otra obra maestra de lo que se llama el no-estilo de hacer cine de Roberto Rossellini.



Premios:
Festival de Cannes 1946: Palma de Oro (ex-equo)

También en este blog:
Stromboli (1950) de Roberto Rosellini.

12 comentarios:

Sandra Sánchez dijo...

A mí me gustó mucho esta película también Manderly, y no, no sólo te lo pareció a ti, el mayor Bergman y de Ingrid son como tú dices. Supongo que sí que sería una forma de burla por parte de Rossellini, sí, además creo recordar que también lo leí por ahí.
Buena película con un final que da mucha penina...
;)

Saraiba dijo...

Me encanta esta cinta. He de reconocer que siempre que descubro una película del neorrealismo italiano, salgo perjudicada. Me impacta mucho la realidad que nos muestra pero son de esas películas que resultan difíciles de olvidar por su genialidad.

naná dijo...

simplemente genial!
la peli y tu post...
besos!!!

Manderly dijo...

Pulgacroft,
es que creo que el tema está claramente mostrado pero tratándose de aquellos años... es curioso.

Manderly dijo...

Saraiba,
poco a poco voy descubriendo el reorrealismo italiano y me estoy llevando grandes y gratas sorpresas. Seguiré descubriéndolo.
Un saludo.

Manderly dijo...

naná,
muchas gracias.
Un saludo.

deWitt dijo...

Como con casi todo el neorrealismo italiano "Roma, ciudad abierta" me causa mucho desasosiego. La capacidad de empatizar con el público es tan alta que hace que te introduzcas de lleno en las miserias de los protagonistas y lo pases mal con ellos.

Gran película. Gran entrada!

saludos

Manderly dijo...

deWitt,
pues sí, el nombre neorrealismo define perfectamente lo que estos directores logran transmitirnos tan crudamente y hacen que nos sintamos también como personajes de la historia viviendo y sufriendo con los autenticos protagonistas.
La relalidad no siempre es cruel, pero cuando lo es, lo es realmente.
Gracias.
Un saludo.

Emilio Luna dijo...

Da gusto ver a Anna Magnani!Es la película de Rossellini que me gusta más. La habré visto una decena de veces. Cruel y real es un retrato inigualable de la Europa ocupada.

Gracias por recordárla Manderly.

Un abrazo.

Manderly dijo...

Emilio una,
yo estoy descubriendo a Rosselline poco a poco... y me gusta mucho. Continuaré viendo sus películas con gusto!
Un saludo.

Joaquín Vergara dijo...

Es un verdadero dolor el mal estado en el que se encuentran las copias de la mayoría de las películas de este maestro del Cine.Si restauran las pinturas de los grandes museos, ¿por qué no estas auténticas joyas de la cultura cinematográfica?

En cuanto a "Roma, ciudad abierta", es curioso, anoche mismo la volví a ver, y me siguió pareciendo tan profunda, magistral y necesaria como siempre.
Todos los actores están espléndidos y la Magnani lo borda, pero el que realmente me conmueve, como tú bien dices, es Fabrizi. Su interpretación es, sencillamente, magistral.
Bonita entrada. Me ha gustado mucho. ¡Un saludo!

Manderly dijo...

Jota Pueblo,
tienes razón. La copia que he visto de esta película tinía muy mala calidad, sin embargo hace poco que vi y comenté en el blog 'Stromboli' y esa copia tenía muy buena calidad.
Tendremos paciencia ya que sí que poco a poco se van arreglando algunas copias del cine clásico.
Un saludo.