1956
Director Alfred Hitchcock
Reparto Henry Fonda, Vera Miles, Anthony Quayle, Harold J. Stone, Nehemiah Persoff, Charles Cooper, Richard Robbins
Duración 105 minutos
Manny es un músico de jazz neoyorkino que vive apaciblemente con su esposa Rose y sus dos hijos pequeños. En su visita a una aseguradora, una empleada le confunde con un ladrón que había robado allí unos días antes y lo denuncia a la policía. A partir de ese momento comienza para él una angustiosa pesadilla: es detenido y acusado de una serie de hurtos perpetrados en el barrio. Lo terrible es que todos los testigos y las pruebas caligráficas corroboran su culpabilidad.
En esta ocasión, la película viene precedida de un prólogo en el que se nos muestra en un plano a contraluz, la silueta de Alfred Hitchcock. El director se dirige a los espectadores para informarnos de que la película que vemos a ver no es una más, que se trata de algo diferente: es una historia verídica aunque llega de circunstancias extrañas que hacen que parezca una historia de ficción más ficticia que las que había hecho hasta entonces.
El tema del falso culpable es algo habitual en Hitchcock pero en este caso lo muestra como un drama, algo poco habitual en él. El drama está por encima del suspense que se genera.
El maestro trabajó junto con los dos guionistas en la investigación de los hechos buscando testigos de los hechos y visitando los diferentes lugares donde se desarrollan los hechos.

El comienzo es poco interesante pero es algo básico para conocer al protagonista, Manny Balestrro, interpretado por Henry Fonda. Se trata de una persona cualquiera, con su familia, su trabajo y los problemas cotidianos de cualquier familia de cualquier ciudad. Nos lo presenta como un buen hombre que se desvive por su familia y que intenta hacer siempre lo correcto.
La vida de Manny da un giro inesperado en el momento en que al ir a pedir un préstamo sobre una póliza de su mujer, las asustadas trabajadoras lo identifican como la persona que anteriormente había robado en la sucursal. La policía se presenta en su casa y lo detienen sin darle explicaciones. Es aquí cuando comienza nuestra angustia. Manny, se sabe inocente y confía en la justicia pero aún así estos lo someten a diferentes procesos y preguntas que él contesta sinceramente. A pesar de ello, lo consideran culpable.
Esto hace que nos planteemos varias preguntas:
¿Son tan fiables los testigos visuales como para apoyase en sus afirmaciones ciegamente o es posible que bajo momentos de tensión la mente nos juegue malas pasadas y nos pueda llevar a una identificación errónea?
Esto es algo que llama la atención. Una persona identifica erróneamente al supuesto atracador y a partir de ahí el resto también lo hace aunque la persona a la que supuestamente atracó ni tan siquiera lo mira…
La segunda parte de la película trata sobre las consecuencias que la identificación de un falso culpable puede tener en la vida de esa persona y en aquellas que lo rodean, que en ese caso en la esposa del protagonista interpretada por Vera Miles.
Aunque no es una de las películas que más gustan de Hitch, tiene una gran baza para que la historia resulte creíble y es el buen trabajo de Henry Fonda, que lleva perfectamente todo peso de la película.
No hay apenas música –aunque el protagonista es músico- ni tampoco el humor característico del director.
A pesar de esto, podemos vivir, llenos de impotencia, esta pesadilla hecha realidad porque lo que más miedo nos puede dar es que... podría pasarnos a nosotros...